1- Fueron los romanos los primeros que hicieron una clasificación del aceite y las aceitunas, hace más de 2.000 años. Las clasificaron en “verdes, maduras, casi maduras, caídas en la tierra y para esclavos y animales”. Sin duda, una distinción un tanto peculiar.
2- Las aceitunas de mesa son uno de los pocos alimentos que contienen los 4 sabores básicos que detecta el paladar. Sí, al comer aceitunas sevillanas de mesa podrás detectar sabores amargos, ácidos, dulces y salados.
3- Aunque no lo parezca, la aceituna es una fruta, en tanto que es un fruto que procede del olivo. Tienen cáscara, pulpa y semilla y son ricas en ácido oleico, muy bueno para la salud.
4- Tan solo el 10% de todas las aceitunas que se cultivan y recogen se utilizan para comer, siendo el 90% de ellas utilizadas para la fabricación del llamado oro líquido. Cómo veis, solo un pequeño porcentaje por tanto es utilizado para aliñarlas y degustarlas en su máxima expresión.
5- Aunque ya se sepa, crudas no son comestibles. Debido a su alto contenido de eleuropeína tienen que ser tratadas, pues este es un compuesto muy amargo que hay que endulzar.
6- Con respecto a las aceitunas de mesa, existen más de 80 variedades de aliños y rellenos diferentes, lo que la hacen un aperitivo versátil, diferente y con infinitas posibilidades. ¿Quieres ver todos los rellenos y aliños que en La Reina del Verdeo preparamos? Haz clic aquí.
7- Es uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea, gracias a su alto aporte de energía y de vitamina E.
8- Su piel es un remedio natural contra las quemaduras. Para ello, solo tienes que hacer una pasta machacando las aceitunas y aplicarla sobre la quemadura. Así evitarás la aparición de ampollas.